La ingeniería genética microbiana consiste en introducir el
gen que controla la producción de una determinada molécula en el genoma de una
bacteria, a través de alguno de sus plásmidos. Estos son añadidos a un cultivo
de bacterias, que los incorporan a sus cromosomas por un proceso de
transformación. Las bacterias dotadas de estos fragmentos de ADN extra se
reproducen y clonan el gen recibido, adquiriendo la capacidad de producir la
molécula en cuestión. Se utilizan para la obtención de fármacos, vacunas y
hormonas.
VACUNAS: Se producen vacunas contra el cólera, la rabia, el
sarampión o la Hepatitis B.
HORMONAS:
- Insulina: Es una proteína que permite
que la células asimilen los glúcidos que circulan por la sangre tras ingerir
alimentos.
La insulina que se ha utilizado en la terapia de la diabetes
se extrae del páncreas del ganado vacuno o porcino. Esta insulina es algo
diferente en su secuencia de aminoácidos
que la humana y aunque controlaba la enfermedad presentaba efectos secundarios,
como el deterioro del riñón de la retina y algunas alergias.
En la actualidad gracias a la biotecnología se han
modificado bacterias para que la fabriquen y tengan la misma composición que la
humana producida por primera vez en 1982.
- Hormona del crecimiento o somatotropina: Se producen en la hipófisis y su carencia provoca el
enanismo. Los problemas que se produjeron en algunos niños tratados con esta
hormona extraida de donantes fallecidos se solucionó a partir de su producción
de la ingeniería genética. Insertando el gen humano en bacterias que producen
esta hormona.
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